ESPAÑA // Un grupo de investigadores del centro tecnológico Ikerlan-IK4 ha fabricado un panel fotovoltaico a escala de laboratorio, con materiales plásticos –denominados polímeros orgánicos- cuya producción se realiza en laboratorios químicos y por lo tanto su disponibilidad es prácticamente infinita. Pero más impactante es, sin lugar a dudas, su apariencia y diseño.
El sector más beneficiado puede ser precisamente el de la construcción, ya que esta tecnología permite la fabricación de ventanas semitransparentes o cortinas fotovoltaicas que permitan a la vez un cierto paso de luz hacia el interior y en paralelo conviertan parte de la energía solar en electricidad.
El sector textil tampoco está al margen de estos avances, ya que cargadores para dispositivos electrónicos portátiles, como teléfonos móviles o reproductores de música, pueden ser incorporados en prendas, bolsos e incluso en tiendas de campaña para los amantes del camping. Ikerlan-IK4 lanzó su actividad en este campo hace dos años y los resultados no han podido ser mejores.
Recientemente se han medido eficiencias de conversión fotoeléctrica por encima del 4% en células fabricadas en laboratorios propios de Ikerlan con simuladores solares homologados en centros de caracterización de paneles fotovoltaicos ajenos a Ikerlan. En paralelo, la fabricación de módulos no es sencilla, ya que diferentes células individuales tienen que ser conectadas eléctricamente sobre el mismo sustrato durante el proceso de fabricación.
Tecnología fotovoltaica orgánica
Se pueden fabricar de diferentes colores, y consisten en una fina capa de plástico que se puede depositar sobre prácticamente cualquier tipo de superficie, bien sea rígida o flexible. La versatilidad, la sencillez de los procesos de fabricación y el bajo coste de esta tecnología hacen que los campos de aplicación estén solamente limitados por la imaginación de investigadores y promotores industriales. El módulo semitransparente construido en Ikerlan tiene unas dimensiones de 30×30 mm y conecta 16 células individuales sobre un mismo sustrato de cristal. Es el primer ejemplar construido a nivel nacional y uno de los pocos a nivel internacional.
Con este avance se demuestra la viabilidad y el potencial de la fotovoltaica orgánica y se da un paso adelante hacia la industrialización de esta tecnología. Ikerlan trabaja actualmente en diseños alternativos para producir paneles de mayor área que puedan dar servicio a diferentes aplicaciones, desde pequeños paneles para reemplazar las baterías en los equipos electrónicos portátiles, hasta grandes módulos que se puedan implantar en tejados y fachadas sin impacto visual y respetando la arquitectónica del edificio y alrededores.
creo que es una manera muy sabia de preservar el planeta,ademas apoya al desarrollo sostenible de las futuras generaciones ya que se trata de un recurso natural tan noble que no tienes que pagar nada.Me gustaria saber si los paneles plasticos se pueden fabricar a partir de basura plastica porque seria una manera de reciclar tambien.y si alguna vez hicieron experimentos en el Altiplano Boliviano para ver el grado de radiacion solar que se recibe en esa zona.