HUELVA, ESPAÑA // El proyecto de construcción de la Refinería Balboa en los Santos de Maimona (Badajoz), promovida por el grupo Gallardo, requiere un oleoducto desde Palos de la Frontera hasta Badajoz, pasando por las provincias de Huelva y Sevilla. La ejecución de esta infraestructura afectaría 14 espacios naturales incluidos en la Red Natura 2000, uno de ellos el Corredor Verde del Guadiamar, que podría sufrir una nueva catástrofe ambiental, como la ocurrida hace ya once años. En esta ocasión, el desastre podría venir por la rotura del oleoducto y el consiguiente vertido de petróleo.
El oleoducto Huelva-Badajoz se proyecta como una infraestructura que ocupará de forma permanente terrenos del Corredor, afectando negativamente al LIC (Lugar de Importancia Comunitaria) Corredor Ecológico del Río Guadiamar y al acuífero Niebla-Posadas, como reconoce un informe realizado por la Consejería de Medio Ambiente sobre el proyecto y sus afecciones.
Dicho informe afirma, asimismo, que la empresa ni siquiera ha incluido medidas para aplicar en el caso de que se produjera un accidente en esta zona de alto valor ecológico. WWF ha alegado contra esta infraestructura por diversas razones de índole ambiental, social y económicas, entre las que destaca el peligro que la navegación y descarga de más de 100 petroleros anuales frente a las costas de Doñana supondría para importantes actividades económicas, como la pesca, el marisqueo o el turismo.
Para la organización, es inaceptable poner en riesgo estos espacios naturales y estas actividades económicas por un proyecto insostenible y de los más impactantes de cuantos se han presentado en los últimos años en España.
Por estas razones, WWF ha pedido al Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino una declaración de impacto ambiental negativa y la retirada inmediata del proyecto de construcción de la refinería Balboa y el oleoducto. WWF considera totalmente inexplicable que, después de las inversiones realizadas para la restauración del río Guadiamar y de su declaración como Paisaje Protegido, la Junta de Andalucía no sea capaz de asegurar su conservación, completar las acciones iniciadas y afrontar las nuevas amenazas, tal y como alertó la organización con motivo del décimo aniversario.
Para WWF es imprescindible finalizar la restauración del complejo minero de Aznalcóllar; paralizar los proyectos urbanísticos en el entorno que alteran la función como corredor ecológico del Guadiamar; regular la cesión de aguas del embalse del Agrio para actividades agrícolas, o rechazar el citado oleoducto Huelva-Badajoz. Según Juanjo Carmona, Responsable de la Oficina de WWF en Doñana: “El vertido tóxico de Aznalcóllar no fue un accidente, fue una catástrofe anunciada con años de antelación. El oleoducto vendría a ser un peligro similar para el Corredor Verde. Y concluye: “La experiencia debe servir para prevenir”.
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