MADRID, ESPAÑA // La aplicación de las técnicas de conducción eficiente conlleva una reducción de la factura energética, una mejora en seguridad y también una considerable reducción en los gastos de mantenimiento de los vehículos. En concreto, según datos de la CNAE (Confederación Nacional de Autoescuelas) una conducción eficiente permite que el conductor de un turismo que recorra al año unos 15.000 kilómetros se ahorre entre 255 y 400 euros entre combustible, mantenimiento y menor siniestralidad. En cuanto a los gases de efecto invernadero, la aplicación de las normas de conducción eficiente permitiría dejar de emitir a la atmósfera unos 376 kilos de partículas contaminantes al año por conductor de turismo.
Si se trata de un vehículo profesional que recorra aproximadamente unos 100.000 kilómetros al año, el ahorro sería de entre 1.500 y 2.400 euros al año (en combustible, mantenimiento y seguridad del vehículo). Y la reducción en la emisión de gases contaminantes sería en este caso de hasta 2.500 kilos al año por conductor profesional.
La CNAE en colaboración con el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro Energético) ha formado ya en conducción eficiente a 1.100 profesores de formación vial de turismos, a 500 de vehículos industriales y a unos 3.000 conductores habituales. Como señala Bernardo Hernández, coordinador de los cursos de conducción eficiente de CNAE “por término medio los alumnos han mejorado sus consumos en torno a un 15%, aunque ha habido casos en los que el ahorro ha superado el 30%.
Además en el caso de los profesores, los cursos inciden en los fundamentos técnicos que justifican la conducción eficiente, en el porqué del cambio climático, el C02 y sus efectos, las líneas de actuación para el ahorro, la relación entre consumo y energía y consumo y potencia, así como en aspectos prácticos de la formación y en la mejor manera de hacerlos llegar a otros conductores no expertos”.
Sin embargo, pronto serán más los conductores formados en esta materia ya que el Gobierno quiere que en el examen para obtener el carnet de conducir se exijan conocimientos teóricos y prácticos sobre conducción eficiente. Según datos del IDAE, cuando esta normativa entre en vigor (se especula con la segunda mitad de 2010) se ahorrarán 0,12 tep. (tonelada equivalente de petróleo) por conductor formado al año. Teniendo en cuenta que cada año salen unos 800.000 conductores nuevos, el ahorro sería de unas 96.000 tep. anuales.
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