La tradición marina de nuestro país nos ha llevado a lo largo de la historia a diferentes situaciones, de éxitos y fracasos, dependiendo del criterio estratégico que nuestros gobernantes y empresarios han dado al sector naval.
En nuestras principales plazas marineras, tales como Ferrol, Cádiz o Cartagena donde la marina mercante o la armada desarrollaron infraestructuras industriales, se obtuvieron mayores o menores resultados según los tiempos. En estos años de necesidad de innovación tecnológica, el sector de las energías renovables brinda una importante oportunidad al sector naval y al de las infraestructuras marítimas. Que podrá impulsar el desarrollo de las tecnologías, permitiendo a estos sectores ser más competitivos en el entorno internacional.
Las principales empresas españolas de producción de energía eléctrica, con recursos renovables, tienen una posición envidiable en el concierto internacional. Permitiendo liderar el desarrollo de este sector en la economía global. Nuestras empresas, de producción e instalación de infraestructuras marinas, están en la “Champions league” del sector a nivel mundial. Las empresas productoras de turbinas, tiene un mundo abierto a la innovación. Siendo como son, alguna de ellas, las principales suministradoras tanto en el sector eólico como en el naval. En estos días, el gobierno y los actores afectados discuten acerca del Real Decreto que permita un marco de desarrollo.
En concreto, para la explotación de Centrales de producción energética en entornos marinos. Está siendo enfocado principalmente para el desarrollo de la energía eólica marina: offshore, en su nomenclatura inglesa. La redacción de este Real Decreto viene determinada por el desconocimiento real del recurso energético existente, que incide directamente en la política legislativa a desarrollar. De ese modo, la adjudicación de concesiones u otros para la ocupación del espacio marítimo terrestre y la producción y transporte de energía, vendrá determinada por los rendimientos que la tecnología pueda obtener. Sirviendo para cada una de las ubicaciones susceptibles de instalación de Centrales de Generación de Energía Marina.
Por otro lado, son muchas las voces que temen que al son del desarrollo industrial “sostenible” las empresas sean quienes realicen las valoraciones del recurso, del impacto ambiental y socioeconómico. En base a los cuales determinar el alcance de la economía del litoral afectado, en las dinámicas de litoral o en la afección a las pesquerías. La ley que en estos momentos se gesta, puede ser precipitada si se desconoce el recurso. Por otro lado y por la importante producción de MWh/a, que se estima al menos en eólica marina y unimotriz (o de las corrientes), puede ser de gran importancia el carácter estratégico de los recursos energéticos identificados.
Cuando existen proyectos en promoción de energía eólica marina con muchos años e inversiones realizadas para su gestación; cuando por la naturaleza de este tipo de promociones administrativas se ven envueltas distintas administraciones, tanto de las Administración General del Estado como Autonómicas, es necesario diseñar un marco de desarrollo sólido. El criterio y los tiempos que se utilicen para perfilar las políticas más adecuadas a las necesidades de la industria y la sociedad, permitirá al gobierno tener el grado de éxito correspondiente.
Es necesaria la exportación de tecnología y producción de energía que evite emisiones de CO2, en países que necesiten de los fondos europeos para sus desarrollos. Tecnología sólida y marcos legislativos, para que las entidades financieras puedan acometer con seguridad los importantes esfuerzos de riesgo económico que suponen la instalación de este tipo de centrales. Una sociedad que reconozca, en el desarrollo industrial de la generación de energía marina, una oportunidad para el desarrollo de sus comarcas y provincias.
Un desarrollo absolutamente respetuoso con un medio tan frágil como el marino. Son retos muy importantes para muchos en este país, esperemos todos, que los actores y gobernantes estén a la altura que España ostenta en el concierto internacional. Por su situación estratégica en materia de energía renovables, naval y percepción social en estos tiempos.
Escrito por Jerónimo Electo, directivo de una empresa de ingeniería del sector marítimo
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