MADRID, ESPAÑA// La Generalitat de Cataluña ha anunciado que “descarta” el desarrollo de gas no convencional por fracturación hidráulica en su territorio debido principalmente, asegura, a la escasez del recurso, posibles impactos ambientales y a los costes que se derivarían de su exploración y posible explotación.
El potencial de los recursos
A día de hoy, solo existen estimaciones de los recursos prospectivos en España y en sus comunidades autónomas. Estimaciones basadas en análisis probabilísticos, asumiendo factores de riesgo y un rango de incertidumbre. Solo mediante la perforación de pozos exploratorios es posible determinar la viabilidad técnica, económica y medioambiental de una futura producción de gas no convencional.
En el caso de Cataluña, los datos existentes se remontan a la década de 1960 y 1970. Aunque los resultados son prometedores, la calidad y cantidad no son suficientes para poder valorar el potencial del gas no convencional.
En otras palabras, los proyectos de exploración de gas no convencional no solo ofrecen una oportunidad única para conocer los recursos del subsuelo sino que son el único medio existente para determinar el potencial real de este recurso energético.
La protección del medio ambiente
La experiencia norteamericana nos ha demostrado que cuando se cumplen las buenas prácticas y bajo una regulación estricta, el desarrollo del gas no convencional no tiene ni más riesgos ni más misterios que el desarrollo de otras industrias que nos rodean y a las que estamos habituados.
Cuando se trata de protección del medio ambiente, conviene recordar que España y Europa cuentan con una de las legislaciones medioambientales más garantistas del mundo. Por si quedara alguna duda, el gobierno central envió el pasado 30 de agosto el Proyecto de Ley de Evaluación de Impacto Ambiental para que sea debatido en las Cortes.
Entre las modificaciones propuestas, la nueva ley exige que se sometan a evaluación de impacto ambiental (EIA) todos los proyectos que requieran la utilización de la técnica de la fracturación hidráulica o fracking. Esto afectará a cualquier sondeo que prevea la utilización de la fracturación hidráulica sin perjuicio de cuándo fueran otorgados los permisos de investigación.
La oportunidad económica
Utilizando la última tecnología disponible, con todas las garantías de seguridad y respeto tanto del entorno como de la salud de las personas, las empresas que forman parte de Shale Gas España están dispuestas a invertir fondos privados para determinar este potencial. Por ejemplo, en Cataluña, las inversiones de una sola empresa durante la fase de exploración se sitúan en torno a los 60 millones de euros. Por otro lado, la rentabilidad y viabilidad de los proyectos no pueden basarse en asunciones generales porque dependen de factores diversos como el espesor de la formación, su productividad, su presión o contexto socio-económico.
El debate energético debe plantearse desde un punto de visto estratégico. El desarrollo del gas no convencional no es una panacea pero tiene un gran potencial. No convertirá a España o a sus comunidades autónomas en autosuficientes en gas como está previsto en los Estados Unidos. Pero puede revitalizar nuestra economía mediante la atracción de inversiones privadas, la creación de puestos de trabajo o el aumento de los ingresos fiscales. Ofrece, además, una oportunidad para fomentar la competitividad de sectores clave como el químico o el sector de la metalurgia.
Para determinar el potencial del gas no convencional, es necesario primero abrir la puerta a la investigación. Negarse a conocer el subsuelo es renunciar al conocimiento de su riqueza. Debemos explorar para poder decidir. Una conclusión precipitada solo aportará más confusión al debate energético.
Las empresas que forman parte de Shale Gas España reiteramos, una vez más, nuestro compromiso de mantener una comunicación abierta y transparente así como de participar en el debate y ofrecer respuestas sobre los proyectos de exploración y las técnicas a utilizar, en especial, la técnica de la fracturación hidráulica.
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