MIAMI, EEUU – 11 de diciembre de 2012 -PRNewswire// Colombia es actualmente uno de los mercados de inversión en exploración y producción (E&P) más prominentes en el mundo. En su calidad de cuarto productor de petróleo en Latinoamérica después de Venezuela, Brasil y México, Colombia tiene dos billones de barriles de reserva probada en petróleo en el 2012, lo que es equivalente a siete años de producción.
La producción de petróleo en Colombia se ha incrementado desde el 2008 como consecuencia de un aumento en las actividades exploratorias y de desarrollo. En 2011, 34 diferentes operadores realizaron exploración de pozos petroleros en Colombia. El área de explotación dentro del país aumentó a más de 100 millones de hectáreas en el 2011, comparado con sólo 12.5 millones de hectáreas en el 2003.
A fin de promover una mayor exploración de los pozos, el gobierno colombiano realizó en pasado febrero una subasta de derechos petroleros – la Ronda Abierta Colombia 2012 – , lanzada por la Agencia Nacional de Hidrocarburos.
En esta Ronda 2012, 115 bloques de petróleo fueron subastados, de los cuales 31 incluían petróleo no convencional como pizarra bituminosa, gas de baja permeabilidad y metano de carbón. Exxon Mobil Corp., Royal Dutch Shell PLC y Texas-based Anadarko Petroleum Corp. estuvieron entre los ganadores. Durante la subasta, a los ganadores les fueron asignados 49 de los 115 bloques de petróleo convencional y cinco de los treinta y uno bloques de petróleo no convencional.
La razón real de este «boom» petrolero en Colombia está en las reformas a las instituciones que controlan la industria del gas y del petróleo, en los términos contractuales disponibles para las compañías petroleras y en las recompensas financieras. Específicamente, el marco legal de la industria del gas y del petróleo en Colombia permite actualmente que los inversionistas extranjeros posean el 100% de la participación del proyecto. Hace algunos años, los contratos petroleros en Colombia exigían una participación igualitaria de Ecopetrol, que es la compañía nacional de petróleos.
Actualmente, Ecopetrol no controla la exploración y producción de hidrocarburos y, por ello, los inversionistas extranjeros pueden tener el 100 por ciento del contrato. Como resultado, Ecopetrol ahora opera más como un operador tradicional de gas y de petróleo en competencia con las compañías privadas.
Adicionalmente, los inversionistas extranjeros tienen los mismos derechos y beneficios que cualquier inversionista nacional, lo que se traduce en el otorgamiento de más licencias de exploración. El gobierno también ha establecido una escala de regalías en los proyectos petroleros. Las regalías fueron reducidas de un 20% fijo a una tarifa progresiva que varía del 8% al 25%, dependiendo de los niveles de producción. En general, la participación del gobierno a través de las regalías e impuestos fue reducida a un 50 por ciento de un 70 por ciento que se cobraba antes. Las regalías ahora van al gobierno central.
La industria de gas y petróleo en Colombia también goza de una legislación especial cambiaria, que le permite a las compañías petroleras hacer y recibir pagos en moneda extranjera entre ellas y dentro del país. El único requerimiento es que dicha moneda extranjera sea de fuente colombiana obtenida a través de operaciones dentro del país. Adicionalmente, estas empresas no tienen la obligación de reintegrar al mercado cambiario la divisa extranjera proveniente de sus ventas en moneda extranjera.
Durante los últimos 10 años, bajo el mandato del Presidente Álvaro Uribe, las fuerzas militares de Colombia incrementaron la estabilidad política, la seguridad y el desarrollo económico en la mayoría de las áreas urbanas del país. Ahora, bajo el mandato del Presidente Juan Manuel Santos, el gobierno colombiano fue un paso más allá e inició negociaciones de paz con las Fuerzas Revolucionarias de Colombia («FARC») en Octubre 2012. La mayoría de colombianos apoyan estas negociaciones, las cuales están actualmente en desarrollo.
Sin lugar a dudas, el proceso de paz incrementará las esperanzas económicas para la industria del petróleo, que ha sido tradicionalmente un objetivo de las FARC, lo que se traducirá en mayores oportunidades para la industria E&P en el futuro.
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