MADRID, ESPAÑA// El anuncio del Ministerio de Industria de que el céntimo verde que se aprobará en la próxima reforma energética sólo afectará al gas natural y no a los combustibles de automoción demuestra el compromiso del Gobierno con la industria petrolera y su renuncia a la apuesta por un modelo energético basado en energías limpias. Ecooo considera que el céntimo verde puede ser una herramienta adecuada para la lucha contra el cambio climático y para aplicar el principio de que quien contamina, paga.
La decisión del Ministerio de Industria de no gravar los combustibles fósiles en la próxima reforma energética pone de manifiesto su connivencia con la gran industria petrolera al tiempo que demuestra su escaso compromiso con la lucha contra el cambio climático.
Asimismo, la intención del Gobierno de gravar con una tasa de hasta el 19% la generación de electricidad fotovoltaica supone un retroceso para un sector líder a escala mundial y que contribuye de manera directa al freno del cambio climático.
La incorporación de un céntimo verde es una medida más para fomentar un modelo energético limpio basado en renovables, al tiempo que se desincentivaría el uso del vehículo privado y se apuesta por un modelo de transporte más sostenible.
En este sentido, el fomento del coche eléctrico puede ser también una forma de incentivar el desarrollo de las energías renovables, ya que es la forma de generación de electricidad más apropiada para este tipo de transporte.
La energía solar fotovoltaica se presenta también como una solución a medio plazo para conseguir la soberanía energética de los ciudadanos y reducir la dependencia de combustibles fósiles del exterior. Asimismo, la energía basada en el sol permite al ciudadano generar electricidad directamente sobre su tejado.
En este sentido, Ecooo pide al Gobierno que apruebe un Real Decreto de autoconsumo que permita que sean los ciudadanos los que generen la electricidad y sean dueños de su propia energía.
La próxima reforma energética debería tener en cuenta los intereses de los ciudadanos por encima de los de las grandes empresas y fomentar el desarrollo de aquellas formas de generación eléctrica no dañinas con el planeta.
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