MADRID, ESPAÑA// Capgemini, uno de los principales proveedores de consultoría, tecnología y outsourcing, con el apoyo de la Société Générale Global Research, del CMS Bureau Francis Lefebvre y de VaasaETT, ha anunciado los resultados del XIII Observatorio Europeo de los Mercados de Energía.
Los resultados muestran que, a pesar de que el accidente ocurrido en Fukushima desemboque en la creación de test de estrés realizados por los reguladores, de los retrasos en el proyecto de construcción de un nuevo reactor y de la eliminación progresiva de la energía nuclear en algunos países, el desarrollo global de la energía nuclear todavía va a continuar. Entre otras conclusiones el informe pone de manifiesto que el crecimiento del consumo de energía en los países emergentes y el accidente de Fukushima –junto con una menor inversión de las Utilities- tendrá consecuencias negativas en Europa para asegurar el suministro de energía y reducir la emisión de gases de efecto invernadero. A largo plazo, se puede esperar un aumento del precio de la energía y consecuencias todavía más severas si los reguladores y el gobierno no establecen un marco favorable a las inversiones en infraestructura energética, que representará más de 1.1 trillones de euros en 2020 en la Unión Europea. Sin embargo, estas cuestiones pueden estar mitigadas por una segunda ralentización de la economía provocada por la crisis de la deuda soberana en los Estados Miembro, que podría derivar, como en 2009, en la reducción del consumo de electricidad y gas.
El desarrollo nuclear debe continuar
A raíz del accidente ocurrido en el reactor de Fukushima, los gobiernos de todos los países decidieron realizar, en una acción coordinada, inspecciones de seguridad en sus plantas, tanto a las existentes como a las futuras. Es muy pronto para evaluar de forma precisa el número de reactores que pasarán con éxito el test de estrés que evalúa la seguridad y cumplir, por tanto, con el diseño requerido y con los cambios en el modo de operar. Sin embargo, excepto los reactores alemanes y quizás también los japoneses, parece que la gran mayoría podrán continuar operando.
Desde el accidente, algunos países europeos, como Italia y Suiza, han impuesto una moratoria a las nucleares y Alemania ha tomado la decisión de parar sus siete reactores más antiguos y no volver a poner en funcionamiento el reactor de Kruemmel. El país ha decidido también reducir progresivamente, entre 2015 y 2022, los nueve reactores con los que cuenta todavía. Sin embargo, muchos países y regiones como China, Corea del Sur, Rusia, Oriente Medio, Reino Unido, Francia y República Checa han confirmado su compromiso con la energía nuclear.
Más de tres cuartas partes de los 62 reactores en proceso de construcción se encuentran en Asia (28 en China, cinco en la India, cinco en Corea del Sur y dos en Japón) y en Rusia (10). Estos países afrontan sus altas necesidades de energía y quizás, salvo Japón, deberían continuar con sus respectivas construcciones. Además de los Emiratos Árabes Unidos, otros países de Oriente Medio y algunos países nucleares más pequeños han anunciado que seguirán adelante con sus nuevas construcciones. Sobre esta base, el informe concluye que la mayoría de los reactores nucleares en construcción serán terminados.
Seguridad en el suministro
El inmediato cierre de las plantas nucleares alemanas está amenazando la seguridad en el suministro europeo de electricidad. Tras el cierre de sus reactores, Alemania comenzó a importar electricidad de sus vecinos, incluyendo más de 2.000MW al día procedentes de Francia, que dispone de una fuerte capacidad gracias a los buenos resultados de sus plantas nucleares. Sin embargo, durante el pico que se registra en invierno, Francia importa electricidad principalmente de Alemania, lo que no será posible durante los próximos años. Hay, por tanto, una amenaza real en algunos países para “mantener las luces encendidas” durante el invierno 2011/2012 y los venideros, al tiempo que el pico de la demanda aumenta año tras año – el crecimiento de los últimos años en Alemania fue de más del 9.5% y del 4.7% en Francia-.
En 2010, la Unión Europea importó 113bcm (billones de metros cúbicos) procedentes de Rusia, lo que representa el 33% de todas las importaciones de gas. En 2030 el flujo a través de los oleoductos de Gazprom podría representar el 50% del suministro de gas de Europa, por lo que existe una gran preocupación respecto a la seguridad abastecimiento. Además, la decisión de Alemania de reducir progresivamente su poder nuclear en la próxima década podría aumentar la confianza que Europa deposita en el gas ruso, como ha hecho patente RWE (alemán) y Gazprom (ruso) con la firma, a mediados de julio, de un acuerdo para garantizar el suministro.
Un cambio en el mix energético
El informe también muestra que el mix energético debería evolucionar tras el accidente de Fukushima. Según IEA, entre 2011 y 2035 el consumo mundial de gas debería crecer un 50% y su cuota de mercado energético alcanzar el 25% -frente al 21% actual- ligeramente por debajo del mercado del petróleo, con un 27%. Las consecuencias del accidente de Fukushima deberían estimular el desarrollo de las renovables, sin embargo, por su bajo coste, el gas resulta ser más beneficioso. Para que las renovables alcancen una cuota de mercado del 20%, los Estados Miembro, gobiernos y reguladores deberían considerar ciertos movimientos, como los realizados por el Reino Unido. Para afrontar los 110 billones de libras de inversión en electricidad necesarias únicamente hasta 2020 y reducir el CO2 según los objetivos, el parlamento británico adoptó en julio de 2011 el White Paper “Planeando nuestro futuro eléctrico”. La nueva ley incluye un precio mínimo para el carbón, nuevos contratos a largo plazo que promuevan incentivos financieros estables para la inversión en la generación de electricidad con bajas emisiones de carbono y un estándar de rendimiento de las emisiones, de forma que no se pueda construir una nueva estación no-CCS de energía por combustión de CO2.
José Luis Roncero, Vicepresidente responsable del sector Energía y Utilities de Capgemini en España ha afirmado que “el crecimiento del consumo de energía combinado con los acontecimientos globales ocurridos en 2011, unido a una inversión insuficiente, han creado un entorno energético en Europa de menor seguridad en el suministro a corto y largo plazo, así como un probable aumento tanto de las emisiones -debido a la reducción de la producción nuclear- como del precio de la energía. A pesar de que una segunda crisis económica derivada de la deuda soberana de la Unión Europea podría retrasar estos efectos negativos, el impacto a largo plazo dificultará la lucha para frenar el calentamiento global y la garantía de abastecimiento para las generaciones futuras”.
Para obtener una copia completa del informe, visite: http://www.capgemini.com/eemo
Sobre el Observatorio Europeo del Mercado Energético (EEMO)
El Observatorio Europeo del Mercado Energético de Capgemini es un informe anual que lleva a cabo un seguimiento de los progresos alcanzados en el establecimiento de un mercado abierto y competitivo de gas y electricidad en la UE-27 (+ Noruega y Suiza), así como los progresos en los objetivos del Paquete Energético y Climático de la UE. La XIII edición se fundamenta principalmente en fuentes de datos públicas combinadas con la metodología y los conocimientos de Capgemini y se basa en los datos de 2010 y del invierno 2010/2011. CMS Bureau Francis Lefebvre, Société Générale Global Research y VaasaETT aportan, respectivamente, perspectivas específicas sobre la política energética europea, la situación financiera de los Suministros Públicos y el rendimiento del sector, así como sobre los precios minoristas y los precios por cambio de proveedor.
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