ARGENTINA // Mientras los países buscan con urgencia fortalecer la seguridad de su abastecimiento energético, Argentina libra su propia batalla contra el tiempo. Se busca satisfacer una ecuación energética y económica que contemple abastecer a la población con tarifas que no generen inflación, recuperar el protagonismo del estado en las inversiones energéticas y, por sobre todo, alejar al máximo la posibilidad de que puedan ocurrir restricciones al consumo de electricidad.
Demanda y generación
Los sistemas de generación, transporte y distribución eléctrica se encuentran altamente exigidos como resultado del sostenido crecimiento de la demanda impulsado por las tarifas y la recuperación del PBI desde el 2002. Paralelamente no ingresaron desde 2001 módulos importantes de generación luego del ciclo combinado Paraná de 836 MW. En 2007 los picos de demanda alcanzaron los 17700 MW durante las horas de mayor consumo.
El gobierno lanzó en el 2004 un plan con la construcción de dos centrales de ciclo combinado que aportarán 1.600 MW al sistema, financiadas por las acreencias que las generadoras privadas mantienen con la Compañía Administradora del Mercado. Otros objetivos del plan son la elevación de la cota de la central hidroeléctrica Yacyretá para llegar a los 3100 MW, y la continuación de la nuclear Atucha II (745 MW), suspendida más de una década y prevista ahora a entrar en servicio en 2010.
A fines del 2006 por iniciativa de un grupo de generadores de capitales nacionales, la Secretaría de Energía lanzó el Servicio Energía Plus que prevé remunerar lo que se instale a partir del plan para se recuperen las inversiones. Ya suma 600 MW a ingresar en el mediano plazo contando ampliaciones de las centrales Güemes y Loma La Lata por U$S 240 millones. Como contrapartida la demanda de grandes usuarios nueva o que supere sus consumos históricos deberá pagar los nuevos precios.
Cambios en la estructura de inversiones
La retirada local de empresas internacionales del sector eléctrico dejó lugar al ingreso de grupos inversores locales que ahora comparten con el estado nacional la mayor participación en la propiedad de centrales eléctricas.
Potencial a desarrollar
El potencial de recursos renovables en Argentina es rico: aproximadamente 29 GW en proyectos hidroeléctricos pendientes y 63 GW en estudios identificados en 13 sistemas hidrográficos más un estimado de más de 120 proyectos de Pequeñas Centrales menores a 15 MW por un total cercano a 305 MW. El asimismo extraordinario potencial de generación eólica se planea realizar en una primera etapa de 300 MW (Plan Vientos de la Patagonia I) la que podría continuarse en varios miles, muy lejos de los 30 MW actuales en funcionamiento.
Actividad en el MDL impulsada por el Gobierno
En el aspecto ambiental de la producción energética existe una política activa de apoyo a proyectos de Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) y generación de Certificados de Reducción de Emisiones a través del Fondo Argentino de Carbono creado por decreto en 2005. Varios proyectos ya calificaron para emitir CER.
Proyectos de biodiesel
Como contracara del abastecimiento con recursos tradicionales avanza la promoción de inversiones en producción de biocombustibles. La provincia de Santa Fe lidera las iniciativas en base al marco legal nacional y al propio plan provincial de incentivos fiscales, financieros y de infraestructura. La obligación de la mezcla con los combustibles fósiles comienza en 2010 y son atractivos los proyectos de exportación a países europeos según las normas de la CEE.
Patricio Murphy
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