A TOXA, ESPAÑA// La renovación del marco fiscal español para atender a criterios de eficiencia energética supondría un avance en el retraso que el país sufre en este ámbito y permitiría aligerar otras cargas impositivas al ciudadano. Esta recomendación, formulada hoy por expertos científicos en la materia desde la isla gallega de A Toxa, implicaría aplicar impuestos con base en un sistema de calificación de los edificios similar a la de los electrodomésticos, lo que incentivaría las medidas de rehabilitación encaminadas a lograr la certificación A, que estaría exenta de tasas.
A lo largo de hoy y mañana, la élite científica mundial en temas de energía, medio ambiente y economía se da cita en A Toxa (Pontevedra) en la que ya se ha convertido en cita de referencia en Europa en este ámbito. Los expertos de 14 países de todo el mundo que participarán en el congreso presentan los resultados más relevantes de sus últimas investigaciones, con la perspectiva de que, como ya viene siendo habitual, los decisores en este ámbito las tomen como base en el diseño de las políticas energéticas del futuro. El workshop llega a su quinta edición organizado por el centro de investigación español Economics for Energy; el grupo de investigación Rede, de la Universidade de Vigo; y la Fundación Barrié.
Pedro Linares, investigador de Economics for Energy, señaló que España es mucho más ineficiente en su uso de la energía que los países de su entorno. “Esta situación se debe en parte al modelo en el que se ha basado el desarrollo de la economía española en los últimos años, muy apoyado en la construcción de viviendas e infraestructuras. Sin embargo, incluso cuando estas actividades se han reducido mucho, España sigue sin aproximarse a la media europea, en especial en los sectores de la edificación y el transporte”, explicó.
Los investigadores pusieron de manifiesto que el potencial de reducción de la demanda energética a precios asequibles es muy grande. Según recientes estudios de Economics for Energy, la evolución de las tecnologías y la ejecución de las políticas que dan soporte a su aplicación se podrían traducir en el año 2030 en una reducción acumulada del 40% de la demanda energética en España sobre el escenario previsible en ausencia de medidas de ahorro. Sin embargo, la falta de señales adecuadas a los consumidores se encuentra entre los factores que ponen en peligro la evolución positiva de esta situación. Por este motivo, los expertos consideran que existe margen aún para, incrementando la fiscalidad sobre la energía, incentivar a los consumidores para que reduzcan sus consumos.
Linares advirtió que es previsible que la armonización fiscal europea suponga un aumento significativo de los precios de la energía en España, por lo que es prioritario habilitar medidas que fomenten el ahorro. “En el caso de los edificios, uno de los sectores de mayor consumo de energía en España, es necesario combinar un mayor esfuerzo de información, principalmente mediante la obligación de la certificación energética de edificios existentes, con instrumentos fiscales, como por ejemplo un nuevo impuesto que grave la ineficiencia energética de los edificios, tal y como se recoge en una investigación reciente de Economics for Energy”, expuso. Así, los propietarios de edificios con etiquetas energéticas peores (B o C) pagarían más y se verían incentivados a rehabilitar energéticamente sus instalaciones para alcanzar la etiqueta A, exenta de tasas. Se trataría, por tanto, de un impuesto incentivador, que conduce a la exención de impuestos como consecuencia de las reformas necesarias para lograr un mayor ahorro energético.
“Sin embargo, esto no debería necesariamente implicar un aumento de la carga fiscal para los consumidores. Hay otros impuestos claramente ineficientes, como los impuestos al trabajo, que podrían ser sustituidos por estas u otras nuevas fuentes de ingresos, en lo que se conoce como una reforma fiscal verde”, aclaró Linares.
La responsable de Planificación Energética del Ministerio de Industria, María Sicilia, coincidió con los expertos en que los dos grandes retos en materia de eficiencia energética para España son la edificación y el transporte.
En definitiva, los expertos han planteado hoy que una reforma y ordenamiento de la fiscalidad en España que penalice el consumo energético –y a la vez reduzca las cargas impositivas sobre el trabajo o los impuestos no eficientes– traerá beneficios para la economía en general, además de para el medio ambiente y para la balanza comercial española, al reducir mediante eficiencia las importaciones energéticas. “En estos momentos de crisis económica, una reforma como esta debería ser más que bienvenida”, apuntaron.
La eficiencia, protagonista en el futuro
La eficiencia energética está siendo uno de los temas clave en el encuentro de A Toxa. Uno de los mensajes clave defendido por los expertos reunidos allí es que no es en absoluto un obstáculo para la competitividad.
Estas cuestiones se abordarán esta tarde durante una mesa redonda sobre el futuro de la eficiencia energética en la política energética española en la que participan la subdirectora general de Planificación Energética del Ministerio de Industria, María Sicilia; el director de regulación de Iberdrola, Gonzálo Sáenz de Miera; el director general de la Fundación de las Cajas de Ahorro (FUNCAS), Carlos Ocaña; el director de Economics for Energy, Xavier Labandeira; y el director general de la Fundación Barrié, Javier López.
Por otra parte, los expertos insisten en la necesidad de avanzar en la cuantificación económica de los efectos del cambio climático como medida de concienciación hacia los gobiernos de todo el mundo, de manera que sus políticas energéticas atiendan de manera prioritaria a esta cuestión.
Además, plantean que la crisis no ha de ser en ningún caso un elemento disuasorio para retraer los avances tecnológicos que permiten ganar terreno a las energías limpias.
Las investigaciones presentadas en el marco del workshop darán lugar a publicaciones en revistas científicas de prestigio, como ya ha ocurrido a raíz de las ediciones anteriores, y serán seguidas con interés por las administraciones e instituciones con competencias en la regulación de las políticas de eficiencia energética, renovables y cambio climático, motivo por el que el encuentro cuenta con participantes procedentes del mundo empresarial, administraciones públicas y de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Entre los ponentes del workshop se encuentran Lawrence H. Goulder, catedrático de la Universidad de Stanford, especializado en el análisis y evaluación de políticas ambientales y de cambio climático. También Ottmar Edenhoffer, catedrático de Economía del Cambio Climático en la Universidad Técnica de Berlín y presidente del grupo 3 del Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que precisamente celebrará la única reunión en Europa para la redacción de su próximo informe el próximo mes de noviembre en Vigo, también de la mano de Economics for Energy y con el apoyo de Universidade de Vigo y Fundación Barrié. A ellos se suma, entre otros, el director del único centro de investigación sobre cambio climático que existe en España (el BC3 vasco), uno de los economistas ambientales de mayor reconocimiento mundial, Anil Markandya.
Además, tal y como explicó el director general de la Fundación Barrié, Javier López, la entidad, a través de su proyecto educaBarrié, ha promovido la realización de una actividad didáctica que tendrá como protagonistas a un grupo de alumnos de Cambados (Pontevedra) que acaban de terminar el primer curso de Bachillerato. Los alumnos se acercarán al encuentro para ver in situ cómo es la celebración de un evento de estas características y, además, mantendrán encuentros con algunos de los expertos que se reunirán en A Toxa.
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