MADRID, ESPAÑA// Josep Solé, Director de Sostenibilidad de URSA, filial de URALITA dedicada al desarrollo de soluciones aislantes, señaló en este foro que en edificación la claves es “la demanda cero de energía”.
Solé reiteró que la Directiva Europea 2010/31/UE “no plantea edificios de cero consumo sino edificios donde la demanda energética disminuya sustancialmente y para lo que el aislamiento es una solución clave”.
En el encuentro, el directivo de URALITA –URSA abordó la nueva Directiva 2010/31/UE y su transposición en España junto a representantes institucionales de la arquitectura e ingeniería, de las administraciones y de la empresa. Esta normativa insta a los Estados de la UE a elaborar y comunicar a la Comisión, antes de finales de junio de 2011, sus planes nacionales para los edificios más eficientes, los denominados “Edificios de consumo de energía casi nulo”.
El director de sostenibilidad de URSA subrayó que “los arquitectos e ingenieros debemos plantear soluciones que sean asequibles a los ciudadanos, como ha pasado con la informática o a la telefonía. Si planteamos edificios muy sofisticados y poco adecuados al nivel social de sus ocupantes, les estaremos dando una herramienta que no podrá funcionar”.
En este sentido, la nueva Directiva Europea incide en que se opere sobre los “sistemas pasivos” que no necesitan un mantenimiento continuado y ser manipulados por el usuario como el aislamiento. “No se trata de que todos los edificios vayan a tener un ordenador, aunque no dudamos que el uso de un ordenador de control reduzca el consumo de energía, pero no es este el objetivo. Tenemos que plantear cosas asumibles y no hacer edificios que requieran a un ingeniero informático para su manejo”, afirmó Josep Solé.
La Mesa de Expertos, celebrada el 5 de abril, reunió a los principales actores vinculados a la edificación desde el origen del proyecto y a lo largo de su diseño, construcción y equipamiento, a fin de conocer sus puntos de vista, incertidumbres, propuestas y tratar de llegar a conclusiones sobre la Directiva aprobada el 19 de mayo de 2010 por el Parlamento Europeo sobre la Eficiencia Energética de los Edificios.
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