ITALIA // La apuesta del gobierno italiano por la opción nuclear demuestra la necesidad de contar con la energía nuclear en la planificación energética. El acuerdo recientemente firmado por las empresas Enel y Edf para el desarrollo de la energía nuclear en Italia para los próximos años. El acuerdo recientemente firmado por las empresas es un paso más en la apuesta decidida del gobierno italiano por esta fuente de energía.
Tras dos décadas de parón nuclear, desde 1987, Italia recurre a la energía nuclear para garantizar su suministro energético e incrementar la competitividad de su industria. Los altos precios de la electricidad (Italia se encuentra entre los países de la UE con tarifas más altas de electricidad según los últimos datos publicados por la DGTREN) y su dependencia del exterior son razones suficientes para que el Gobierno planifique la construcción de nuevas instalaciones.
Además, hay que tener en cuenta que la construcción de un reactor nuclear requiere unos 10 años y es, por ello, forzosa la toma de decisión para poder usar la electricidad de origen nuclear en el horizonte del 2020. Italia se apunta al tren de la energía nuclear y no lo hace en solitario. En los últimos meses hemos conocido la decisión de otros países como Inglaterra, Suecia y Finlandia, que apuestan abiertamente por la construcción de nuevos reactores para responder a la demanda de electricidad de forma competitiva y sin incrementar las emisiones de gases de efecto invernadero.
En estos momentos, en el entorno europeo, ya son pocos los países europeos que no apuestan por la energía nuclear y entre ellos podemos nombrar a Chipre, Malta e Irlanda. En opinión de Mª Teresa Domínguez, Presidenta de Foro Nuclear, “los países de nuestro entorno están dibujando sus estrategias energéticas de futuro: el encarecimiento del petróleo y agotamiento de recursos naturales, el fuerte incremento del consumo de electricidad, así como una mayor conciencia ambiental y responsabilidad con las generaciones futuras, son los elementos que han situado a la energía nuclear en el punto de mira de muchos países.
En España, contamos con 8 reactores que producen un 18% de la electricidad que consumimos. Agregó, «evidentemente si no se construyen nuevas centrales nucleares en los próximos años, la aportación nuclear irá disminuyendo progresivamente y, como consecuencia de esta disminución, la factura de la luz se encarecerá, las emisiones de CO2 aumentarán y la garantía de suministro eléctrico atravesará periodos de incertidumbre.
Frente a la vulnerabilidad en el suministro de materias primas desde el exterior, debemos apoyarnos más en las tecnologías en las que somos autónomos para garantizar el suministro eléctrico, y en este contexto, es necesario mantener las centrales nucleares existentes en funcionamiento y crear el marco estable que permita la inversión en nuevos reactores. Es una cuestión de voluntad política”.
Los ocho reactores en funcionamiento son sólo una parte del tejido industrial nuclear. Las empresas de ingeniería y servicios nucleares están compitiendo a nivel internacional y exportando sus productos a países con desarrollos de nuevos reactores nucleares. Los ambiciosos planes de construcción de centrales nucleares a nivel mundial requieren disponer de una tecnología nuclear cualificada y actualizada, y en España la tenemos. La industria nuclear española está preparada para afrontar el reto de construir nuevos reactores.
La capacidad tecnológica de la industria nuclear española no es algo cuestionable y está demostrada su competitividad a nivel mundial. De hecho la industria está exportando sus productos a los países con centrales nucleares en construcción. A pesar de que hasta ahora no hay propuestas sobre la mesa para la construcción de nuevos reactores en España, la industria nuclear no ha dejado de estar en la vanguardia a nivel internacional y la reactivación de un plan de construcción de reactores sería el colofón a una enorme experiencia acumulada y esfuerzo por destacar en competitividad.
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