MADRID, ESPAÑA// La Asociación Española de Gestores de Biomasas de Madera Recuperadas, ASERMA, desea manifestar su opinión en relación con el Real Decreto-ley 1/2012, de 27 de enero, por el que se procede a la suspensión de los procedimientos de preasignación de retribución y a la supresión de los incentivos económicos para nuevas instalaciones de producción de energía eléctrica a partir de cogeneración, fuentes de energía renovables y residuos.
Este RD Ley viene a establecer una moratoria que afecta al RD 661/2007. El 661 no era ni mucho menos la panacea del sector, de hecho ASERMA ha denunciado desde su publicación que creaba distorsiones en el mercado, ya que establecía distintas primas en función del origen de la biomasa, no era claro en cuanto a su redacción y que por estos motivos no ayudaba tal y como se esperó al desarrollo de la energía eléctrica producida con fuentes renovables.
Pero una vez los actores del sector tienen claras las cartas con las que juegan nos encontramos una moratoria que cambia absolutamente el escenario. Es evidente la situación que vive España desde hace 5 años pero también lo es que para el desarrollo de este tipo de proyectos se necesita un gran trabajo previo: una ardua labor administrativa, distintos estudios, permisos que se alargan en el tiempo, etc. lo que retrasa en definitiva los proyectos entre 3 y 5 años.
¿Serían sostenibles los proyectos sin las primas? La opinión de los promotores es que no, por lo que los gestores nos tememos que muchos de esos proyectos no se terminarán. ASERMA siempre ha manifestado y mantiene, que no se gestiona más biomasa, en su más amplio concepto, porque no hay consumo.
Antes de llegar a la fase de pre-asignación existe un largo camino ¿qué ocurre ahora con esos proyectos? ¿Y las inversiones realizadas? Para nosotros esa es la gran respuesta que esperamos para un sector que no ha visto cumplidas sus expectativas y que viven con una constante incertidumbre, lo que no anima ni a promotores, ni a gestores ni a técnicos.
España es un país muy desarrollado en energías renovables pero sólo en algunas, la biomasa tristemente se ha acostumbrado a ser la “hermana pobre” de las renovables y ahora queda agarrarse a la vía abierta por el artículo 3.3 del RD Ley donde se espera un desarrollo reglamentario para determinadas instalaciones que permitan la viabilidad de esos proyectos que ahora se quedarán parados.
No se ha de olvidar nunca que la biomasa genera un gran número de puestos de trabajo, directos e indirectos. Además existe la posibilidad de contratación de personal con riesgo de exclusión social, colectivos desfavorecidos, con falta de formación de grado medio y alto y de personas con discapacidad, en la fase de recogida de la biomasa; y contratación de personal cualificado de nivel superior en la fase de valorización. Por tanto, la energía producida con biomasa ayuda a la creación de empleo para perfiles muy dispares lo que en el momento actual es vital.
La biomasa es una energía renovable que necesita ser gestionada y preparada convenientemente. El empresariado que realiza esa labor son pymes con amplia experiencia en el sector y conocimiento profundo de los materiales con los que trabajan, que actualmente están atravesando serias dificultades y siempre han visto la biomasa como una oportunidad. Para el sector que representa ASERMA esta moratoria supone una paralización absoluta de trabajo unido a una situación ya de por sí complicada.
Además la energía producida con biomasa posibilita el desarrollo de los núcleos rurales, genera salidas a diversos materiales ahora no utilizados o abandonados sin más. La biomasa tiene un componente medioambiental importantísimo y mucha debería ser gestionada para llevar a cabo la limpieza de montes y bosques, evitando riesgo de incendios. Biomasa significa ahorro en la importación de combustibles fósiles y también en emisiones de CO2.
En cuanto a su diversidad, la biomasa es heterogénea, biomasa es un concepto muy amplio que permite distintos proyectos sostenibles que exploran sus múltiples posibilidades. Esto es importante tenerlo en cuenta de cara al desarrollo de zonas rurales desfavorecidas y de la economía de las mismas.
Por todos estos motivos, ASERMA solicita el rápido desarrollo reglamentario de regímenes específicos que recoge el artículo 3.3 antes mencionado, que permitirá que el sector vuelva a confiar en este tipo de energía.
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