Del contexto económico actual se han derivado ciertos retos que deben afrontarse en el contexto empresarial. La oscilación de los precios de los carburantes y de la electricidad ha hecho que el tema de la energía para empresas deba abordarse desde un punto de vista más estratégico y metódico.
Pero, ¿qué deberíamos tener en cuenta para una mejor gestión de los recursos energéticos y de la luz para empresas con vistas a obtener la máxima rentabilidad a largo plazo? A continuación, te indicamos algunos puntos clave. ¡Toma nota!
Consumo eléctrico: la importancia de su cuantificación
La primera recomendación que vamos a darte es que lleves a cabo una auditoría profesional en tu empresa a fin de localizar aquellos recursos que consuman mayor electricidad, identificar posibles oportunidades de ahorro y suprimir gastos innecesarios en la factura de la luz. Determinar en qué franjas horarias se generan las cotas más elevadas de consumo y realizar análisis comparados entre diferentes puntos temporales favorecerá la localización de posibles líneas de optimización a largo plazo.
La eficiencia en el centro de la cuestión
Con independencia de cuál sea el segmento de actividad o el modelo de negocio de tu empresa, potenciar la eficiencia energética constituye un movimiento estratégico positivo que te permitirá un ahorro a largo plazo y, en consecuencia, una mayor rentabilidad. Por supuesto, existen recursos y herramientas que son insustituibles como, por ejemplo, aparatos especializados necesarios durante el proceso productivo, servidores o equipos informáticos, ascensores… No obstante, el impacto que todos ellos suponen a nivel económico dependerá de su eficiencia energética.
En general, aquellos aparatos y sistemas más actuales tienden a consumir menos energía. Tener este detalle en cuenta puede llevar a plantearte una inversión en concepto de renovación que contribuirá a mejorar la economía de tu empresa a largo plazo. Idénticos beneficios puedes obtener diseñando un protocolo orientado a la eficiencia energética que incluya medidas de prevención como la desconexión generalizada de todos los equipos cuando estén en desuso o fuera de un horario determinado, evitando así el consumo en stand-by.
La importancia de los sistemas de iluminación
Si el centro de trabajo dispone de acceso a la luz natural aprovechar esta circunstancia puede contribuir a una importante reducción del gasto. De no ser así, existen ciertas medidas que pueden ayudar a paliar los gastos generados por el consumo eléctrico, por ejemplo, la implementación de bombillas de tipo LED que sustituyan a las convencionales o la instalación de sensores de movimiento que impidan que las luces permanezcan encendidas en espacios desocupados.
La climatización
No hace falta que te digamos que la climatización representa una de las principales partidas de gasto dentro del contexto empresarial. Llevar un correcto seguimiento de dicho aspecto puede tener importantes repercusiones a largo plazo. Por ejemplo, medidas como mantener el aire acondicionado a una temperatura de 25 grados centígrados o el sistema de calefacción a un máximo de 20 – 21 grados centígrados pueden marcar una importante diferencia.
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