MADRID, ESPAÑA// Las “pruebas de estrés” planteadas en la Unión Europa tienen la misión de comprobar los márgenes existentes en las centrales nucleares para sucesos extraordinarios como los acontecidos en Japón el pasado 11 de marzo.
La industria nuclear española cree que estas pruebas permitirán confirmar el alto nivel de seguridad de los reactores españoles.
La seguridad nuclear ha sido la prioridad en las actividades de las instalaciones nucleares en España. Las centrales nucleares en todas sus etapas de diseño, construcción y operación han evaluado e incorporado los requisitos derivados de la experiencia operativa y de los nuevos desarrollos tecnológicos.
Esta continua adaptación a los nuevos requisitos de seguridad ha exigido inversiones relevantes, del orden de 200 millones anuales en el conjunto del parque, que ha permitido que las centrales nucleares operen con unas bases de diseño sólidas, y de acuerdo a los estándares vigentes de seguridad en el ámbito internacional.
Las pruebas de resistencia que se afrontan en Europa es un proceso análogo al de esta mejora continuada, pero enfocado en este caso a los aspectos que se han manifestado en las centrales de Fukushima-Daiichi tras el terremoto y tsunami del pasado 11 de marzo. María Teresa Domínguez, Presidenta de Foro de la Industria Nuclear Española manifiesta que “la industria española colaborará con el Consejo de Seguridad Nuclear y otras instituciones para que la revisión en nuestras centrales se realice con objetividad técnica y transparencia”.
Tal y como ha sido acordado hoy mismo en la Unión Europea, confirmado en sus declaraciones por el Comisario de Energía Günther Oettinger, las “pruebas de estrés” se van a centrar en la comprobación de los márgenes ante desastres naturales, en la formación y cualificación de los técnicos para las actuaciones en situaciones extremas y en aspectos técnicos.
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