MADRID, ESPAÑA// Isolux Corsán reafirma su posición de liderazgo entre las primeras compañías especializadas, a nivel mundial, en la construcción de proyectos llave en mano (Engineering, Procurement and Construction/EPC) de centrales solares fotovoltaicas al acumular, en solo tres años, una potencia instalada de 267 MWp, construidos, en su mayoría, en España e Italia.
La compañía que preside Luis Delso, acaba de culminar en un tiempo récord de nueve meses la construcción, en la provincia italiana de Rovigo, de la central fotovoltaica más grande de Europa con una superficie de 85 hectáreas y una potencia instalada de 70 MWp.
La instalación, promovida por la empresa estadounidense SunEdison subsidiaria de MEMC Electronic Materials, Inc. (Bolsa de Nueva York (NYSE: WFR), está ubicada en los municipios de San Bellino y Castellguglielmo, en la región de Véneto. Su puesta en marcha generará electricidad limpia suficiente para abastecer el consumo anual de una población de 16.500 hogares, evitando además la emisión a la atmósfera de 40.000 toneladas/año de CO2 -cantidad de gases equivalente a las emisiones de 8.000 automóviles circulando por la carretera.
280.000 módulos instalados
Para acometer la construcción de esta central fotovoltaica, Isolux Corsán ha desarrollado un importante esfuerzo de gestión logística y humana. Ha empleado a un total de 500 personas -entre personal propio y el de las más de 40 empresas de la región que han intervenido en las obras- y ha gestionado y recepcionado más de 7.000 transportes en camión para trasladar a la zona los materiales necesarios.
En la construcción de la central fotovoltaica de Rovigo se han empleado un total de 280.000 paneles solares de tecnología monocristalina y policristalina, más de 6.000 toneladas de estructuras de acero y más de 840 kilómetros de cableado de diversos tipos -baja tensión, alta tensión, fibra óptica, etc. Además, entre el material eléctrico utilizado destaca la instalación de 60 cabinas de transformación y más de 1.500 cajas y cuadros eléctricos.
La central está dotada, además, de tecnología punta para la monitorización y operación centralizada a distancia de la misma, y también para la vigilancia y control anti-intrusiones en los más de 4 kilómetros de perímetro del recinto.
Desde una perspectiva medioambiental, la central fotovoltaica de Rovigo cuenta con todos lo atributos de sostenibilidad. Además de generar electricidad limpia, ha sido construida de forma que al término de su vida útil podrá ser desmantelada en su totalidad, devolviendo los terrenos a su utilización original. Así, los 60.000 postes de acero que conforman la estructura que soporta los módulos fotovoltaicos simplemente han sido enterrados hasta una profundidad de dos metros, posibilitando su total extracción transcurridos los 20 años de vida útil de la central.
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