MADRID, ESPAÑA // A pesar de que se necesita un billón de euros para construir las nuevas centrales, el tendido eléctrico y las tuberías para el transporte de gas natural, la falta de créditos podría deteriorar severamente el ciclo de inversión; así se desprende del último Observatorio Europeo de los Mercados de Energía elaborado por Capgemini.
Según Carlos Sirera, Vicepresidente del sector Energía y Utilities de Capgemini España: “Las cuestiones relativas a la seguridad de suministro y la reducción de las emisiones de CO2 se agravarán después de la crisis. Para evitar esto, las Utilities y los gobiernos deberían mantener sus planes de inversión en generación libre de carbono”.
Los resultados ponen de manifiesto que, en 2007 y principios de 2008, Europa no había resuelto todavía la doble cuestión de responder a su demanda de energía y restringir al mismo tiempo sus emisiones de CO2. En 2007, pese a exhibir un menor ritmo que en los años anteriores, el consumo europeo de electricidad seguía subiendo un 0,9%, mientras que las emisiones de CO2 se estabilizaban, en lugar de disminuir.
A pesar del clima benigno, la seguridad de suministro de electricidad se deterioró, al tiempo que el margen real definido por la UCTE1 descendía de 7,6% en 2006 a 5,3% en 2007. Esto ratifica lo que Capgemini señala en su informe: la ausencia de un programa enérgico y significativo de inversión en infraestructuras de gas y electricidad pude amenazar la seguridad de suministro de energía en Europa. Capgemini estima que será necesaria una inversión mínima por valor de un billón de euros en infraestructuras de gas y electricidad en los próximos 25 años.
El margen real tiene en cuenta las capacidades de generación no utilizables y no disponibles, acorde con la definición de la UCTE (Unión para la Coordinación del Transporte de Electricidad). Desde que las inversiones tocaron fondo en 2005, las Utilities han comenzado a invertir nuevamente, aunque sus elecciones en materia de mix de energía no avanzan hacia la reducción de las emisiones de CO2, debido a que la mayoría (el 58%) de las capacidades de generación planificadas serán convencionales (combustibles fósiles).
En 2007, las inversiones en capacidades renovables crecieron con rapidez, siendo la energía eólica la favorita de la industria, con una adición de 8,3 GW (gigavatios) en Europa. Sin embargo, este tipo de fuente no es programable, no está siempre disponible durante las horas punta de consumo, lo que explica en parte el deterioro de la seguridad de suministro.
Impacto de la crisis financiera y económica en las Utilities
La crisis económica mundial actual debería mitigar las tensiones en la seguridad de suministro de energía, reducir la demanda energética y disminuir las emisiones de CO2 y los precios del gas y la electricidad. Pero por el contrario, es muy probable que la escasez de créditos retrase las inversiones en las infraestructuras necesarias para sustituir las centrales obsoletas y construir las nuevas, el tendido eléctrico y las tuberías para el transporte de gas natural. Asimismo, los gobiernos contarán con menos ingresos por impuestos y tendrán que limitar su gasto, de manera que podrían sentirse tentados de reducir los subsidios financieros destinados a las energías renovables, con el consiguiente peligro para el crecimiento de las energías eólica y solar.
Los gobiernos podrían imponer nuevos impuestos a determinadas Utilities, como, por ejemplo, sobre los beneficios extraordinarios asociados a los certificados de CO2, que se obtienen gratuitamente y se incorporan en los precios al por mayor a su precio de mercado. A esto se añade que muchos gobiernos podrían desear proteger el poder adquisitivo de sus ciudadanos mediante la adopción de medidas como la fijación de un límite máximo para los precios de la electricidad, según anunció el Ministro de Energía belga en octubre de 2008, o imponer medidas especiales destinadas a proteger a los consumidores vulnerables, según se ha debatido en el Reino Unido.
Consolidación del mercado
Durante el primer semestre de 2008, se llevaron a cabo algunas fusiones y adquisiciones largamente esperadas, como aquellas de GDF-Suez y Endesa-Enel /Acciona, las cuales han desencadenado a su vez las adquisiciones de los activos enajenados. La crisis debería dar lugar a una mayor consolidación del mercado, siendo los adquirentes aquéllos que exhiban un balance de situación saneado y dispongan de liquidez, a pesar de que la escasez de créditos podría dificultar la financiación de las grandes adquisiciones.
Las empresas jóvenes, como algunos nuevos entrantes, con balances de situación poco sólidos, podrían ser adquiridas por otras más fuertes, lo cual reduciría la competencia. Es necesario que las Utilities se adapten con rapidez al nuevo panorama esforzándose por alcanzar la excelencia operacional. Esto quiere decir que tienen que racionalizar sus procesos internos, simplificar sus organizaciones y aumentar su capacidad de reacción, al tiempo que establecen una evaluación comparativa continuada de sus resultados con los “mejores de su categoría”. La compañía prevé un difícil despertar para los mercados energéticos europeos una vez superada la recesión.
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