La llegada del invierno y con él la bajada de temperaturas provoca un incremento en el consumo de energía eléctrica, causado principalmente por la puesta en funcionamiento de los aparatos de calefacción.
En los últimos años (1998-2003), la demanda de energía eléctrica peninsular se ha incrementado, por término medio, un 5,5% y para el próximo año se prevé un incremento del 5%. Esta disminución en el crecimiento de la demanda es debida principalmente a la continua suavización de las temperaturas, que está afectando a gran parte del planeta.
En las circunstancias anteriores es cuando se pone de manifiesto las deficiencias de un sistema eléctrico, siendo el caso de España crítico por presentar uno de los niveles más altos de dependencia energética de Europa.
Puntas de demanda
En España existen dos puntas de demanda bien diferenciadas a lo largo del año. La primera de ellas coincide con la temporada de invierno y es cuando se registra la demanda máxima del año, siendo la segunda de menor intensidad y registrándose durante la época estival. Sin embargo, analizando los datos históricos se pone de manifiesto que en determinados meses la demanda máxima o mínima mensual tiene lugar en meses inusuales.
Este hecho de consumos mínimos en meses inusuales suele ser debida a la distinta periodicidad con la que se realizan las facturaciones, así si proceden de suministros de alta tensión su periodicidad es de carácter mensual y si son suministros de baja tensión su periodicidad es de carácter bimensual. Lo anterior puede provocar que el consumo real de un determinado periodo tenga lugar entre dos facturaciones sucesivas.
Por otra parte, habría que precisar que lo anteriormente citado no es un fenómeno particular del sistema eléctrico español, sino ampliamente generalizado en todos los sistemas eléctricos.
Ester Gutiérrez Moya
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