MADRID, ESPAÑA// El volumen disponible de inversión, crecimiento y oportunidad de trabajo en el sector de la energía en el Reino Unido quedó claro ayer, cuando los ministros del Gabinete anunciaron nuevos datos sobre las reformas, vitales para mantener las luces encendidas y reducir tanto emisiones como facturas. Dado que está previsto que la quinta parte de las ya envejecidas centrales de energía del Reino Unido vayan a cerrar a lo largo de la próxima década, y que para alrededor del 2020 se esperan más cierres, era imprescindible dar un gran impulso a la infraestructura energética del país. El plan de acción del Gobierno revela una inversión de hasta 110.000 millones de libras en infraestructuras y 250.000 puestos de trabajo para 2020. La Ley de Energía (Energy Bill), que en estos momentos se encuentra en el Parlamento, introduce una serie de reformas del mercado que son cruciales para lograrlo.
El Secretario Principal del Tesoro, Danny Alexander, y el ministro de Cambio Climático, Edward Davey, desvelaron ayer, y antes de lo previsto, más detalles sobre estas reformas. Davey aseguró que “ningún otro sector es comparable al mercado británico de la energía, en términos de las oportunidades que ofrece a los inversores y de la magnitud del reto que supone la infraestructura. Nuestras reformas renovarán el suministro eléctrico, atrayendo una inversión de hasta 110.000 millones de libras con el objetivo de hacer un mix de energía limpia y segura y reducir la demanda, y respaldarán hasta 250.000 puestos de trabajo en cualquier punto de la cadena de suministro.”
El mercado de la capacidad (Capacity Market)
Por otro lado, el Gobierno británico lanzará su primer mercado de la capacidad en el año 2014. Con ello, se garantizará el suministro eléctrico a partir del invierno de 2018, mediante la atracción de las inversiones que son necesarias tanto en la generación existente como en la nueva, así como en otras formas de capacidad, tal y como los mecanismos de ajuste a la demanda. Los acuerdos de capacidad, junto a los contratos por diferencia (Contracts for Difference, CfD) a largo plazo para una energía baja en carbono, impulsarán el suministro de la próxima década y protegerán a los consumidores frente a la volatilidad de los precios de mercado.
En concreto, se va a lanzar un Mercado de la Capacidad (MC), y las primeras subastas se realizarán con supeditación a la aprobación de la Ayuda Estatal en 2014, para la entrega de la capacidad eléctrica a partir del invierno de 2018-19. Los participantes del MC pujarán para suministrar la cantidad total de capacidad de electricidad que se prevé será necesaria durante la subasta, y si se les concede, recibirán un pago fijo en el año en el que se acuerde que comenzarán su actividad. A cambio, estarán obligados a suministrar electricidad en los periodos de estrés de los sistemas, teniendo que enfrentarse si no a sanciones económicas. Los costes de los acuerdos de capacidad los cubrirán los proveedores.
Precios de ejecución (strike prices) para las renovables
También se ha desvelado antes de lo esperado más información sobre el apoyo que estará disponible para las energías renovables, a partir de 2014 y hasta 2019, incluyendo la eólica marina y terrestre, la mareomotriz, la conversión de biomasa y proyectos solares de gran envergadura. Este apoyo se incluye en los 7.600 millones de libras calculados para la tasa verde o Levy Control Framework, que ya se habían anunciado con anterioridad.
Los precios de ejecución eliminan de forma eficaz el riesgo de volatilidad de los precios para el caso de la energía generada mediante fuentes de emisión baja en carbono, conforme a los contratos por diferencia a largo plazo que se establezcan en la Ley de Energía. Esto supone una mayor certeza para los generadores y, por lo tanto, un mejor resultado para los consumidores.
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