MADRID, ESPAÑA// Greenpeace ha publicado documentos confidenciales del Departamento de Asuntos Exteriores británico, obtenidos gracias a las leyes de libertad de información, que muestran cómo el gobierno británico piensa que sería prácticamente imposible limpiar un vertido de petróleo en el Ártico.
Ayer los barcos de Greenpeace localizaron la plataforma petrolífera Leiv Eiriksson, operada por la compañía petrolera Cairn Energy, a 200 millas al oeste de Groenlandia, escoltada por un buque de guerra danés de 120 metros de eslora. Esta plataforma petrolífera de 53.000 toneladas es la la única que realizará este año nuevas operaciones de perforación en alta mar en el Ártico.
Greenpeace recuerda que Cairn Energy es la misma empresa a la que el Consejo de Ministros español, el pasado 23 de diciembre de 2010, otorgó licencia para realizar operaciones de exploración en busca de hidrocarburos en el fondo marino entre las costas de Valencia y las de Ibiza.
«El impacto que causaría un vertido por la perforación y explotación en las aguas profundas del Ártico es inmensamente mayor a lo que hemos vivido en el golfo de México. Las operaciones de limpieza de un vertido de petróleo aquí serían casi imposibles. Así lo afirma también el gobierno británico. Las actividades de Cairn Energy son extremadamente imprudentes. Cairn debe abandonar sus planes en el Ártico y sacar a sus equipos de aquí de inmediato» ha declarado Ben Ayliffe, responsable de la campaña de petróleo de Greenpeace Internacional a bordo del barco de Greenpeace Esperanza.
Cómo Cairn Energy pretende perforar en el Ártico
En los documentos publicados hoy en la página web de Greenpeace se muestran las preocupaciones privadas de miembros del Gobierno británico sobre el impacto de un posible vertido en el Ártico. En un intercambio de correos electrónicos, algunos funcionarios del gobierno británico comunicaron al Secretario de Energía del Reino Unido Chris Huhne que «es difícil conseguir asistencia en caso de problemas de contaminación en esas zonas, y casi imposible reparar el perjuicio causado.» En otro documento se informa: «Quedan muchos retos por resolver. El más importante de ellos es el medioambiental – y la posibilidad de un segundo evento del tipo del golfo de México… El ecosistema del Ártico es particularmente vulnerable, y la respuesta ante una emergencia sería más lenta y más difícil que en el golfo de México debido a la ubicación remota de la zona y a la dificultad de operar a temperaturas bajo cero».
El permiso de perforación concedido por el Gobierno de Groenlandia a Cairn Energy incluye cuatro áreas, de las cuales dos son suponen la perforación a profundidades de entre 900 y 1.530 metros. Perforar a mayor profundidad no solo hace que el impacto de un potencial vertido sea mayor, sino que aumenta el tiempo necesario para perforar un pozo de alivio (necesario para evitar explosiones).
Asimismo, Greenpeace señala que la compañía tiene en cuenta muchos factores poco realistas en sus modelos de operación: para el año 2010, ha estimado que sólo podrían verterse de sus pozos unos 5.000 barriles de petróleo cada día, una sexta parte de la tasa estimada para la perforación petrolera en Noruega y una décima parte de la velocidad de liberación de crudo que se dio en la Deepwater Horizon. Cairn en 2010 calculó que tendría 37 días para perforar un pozo de alivio. Para 2011 se ha utilizado una cifra similar, sin tener en cuenta las grandes diferencias en las profundidades de perforación entre este año y el pasado.
Incluso en las operaciones de rutina de perforación, Cairn admite que se verterían al menos 9.000 toneladas de sustancias químicas tóxicas directamente en las aguas del estrecho de Davis. Se trata de una liberación de más sustancias químicas de la «Lista Roja» que en todas las operaciones de perforación de petróleo anuales en Noruega y Dinamarca juntos.
El área en la que Cairn Energy pretende perforar se conoce como «Pasillo de los Icebergs» (Iceberg Alley). La compañía tiene intención de evitar el choque de sus equipos de perforación con los témpanos remolcando estos últimos o utilizando cañones de agua para desviar su trayectoria. En el caso de que los icebergs fueran demasiado grandes, la compañía se ha comprometido a trasladar la propia plataforma. El año pasado, una isla de hielo 260 km2 se desprendió del norte del glaciar Petermann, en la Iceberg Alley. La región es de especial interés por sus poblaciones de ballenas azules, osos polares, focas y aves migratorias.
La documentación confidencial, dossier sobre Cairn Energy y sobre los riesgos de la exploración en el Ártico está disponible en www.greenpeace.es
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