BARCELONA, ESPAÑA// Sube la luz, el gas,…pero no suben los sueldos, y esto si los hay. La economía doméstica sufre uno de sus peores momentos.
Por eso es importante poner en práctica una serie de medidas de eficiencia energética en el hogar. ipsom, consultora energética especializada en el ahorro de costes, detalla unas sencillas prácticas que pueden llevarse a cabo en el hogar con el fin de reducir el gasto en energía. Con la aplicación de estas medidas, según datos de ipsom, es posible ahorrar hasta un 50% en el consumo.
Sistemas de calor y frío
Todos sabemos que los sistemas de climatización de una casa (calefacción, aire acondicionado) son los mayores consumidores de energía. De hecho, el calor y el frío representan hasta el 50% de la factura eléctrica. Por este motivo, deben ser un claro objetivo del ahorro energético. En este ámbito, los ahorros son posibles a través de las siguientes medidas: programar la temperatura según las necesidades reales del consumidor, revisar los sistemas de climatización con frecuencia, es de especial importancia atender a los filtros. Un filtro sucio obliga al sistema a trabajar más. Por otro lado, conviene detectar posibles fugas en las canalizaciones de aire caliente o frío que reducen la eficiencia energética. Y, por último, es conveniente cubrir la parte exterior del aparato de aire condicionado para evitar pérdidas de calor. Asimismo, mejorar la eficiencia energética de los aparatos de aire condicionado a través de la regulación, puede suponer un ahorro de un 20%. Por otro lado, si éstos se sustituyen por otros más eficientes el ahorro alcanza la cifra de un 30%.
Agua caliente
Después de los sistemas de climatización, el calentamiento de agua es la segunda parte más importante del consumo energético en el hogar. Las claves para reducirlo son: por un lado, programar el termostato del calentador de forma que caliente el agua hasta 50ºC. Se trata de una temperatura más que suficiente para todos los usos. Si utilizamos temperaturas más altas, sólo conseguiremos incrementar las pérdidas de calor y el consumo. Por otro lado, allí donde sea posible, conviene recubrir las tuberías de agua caliente con material aislante para minimizar las pérdidas de calor al entorno.
Electrodomésticos
Una de las máximas para el ahorro es disponer de electrodomésticos que sean eficientes energéticamente, especialmente aquellos que se utilicen de forma frecuente. La nevera debe colocarse lejos de fuentes de calor y debe contar con circulación del aire por detrás. A la hora de hacer la colada, mejor con agua fría y carga completa. En muchos casos, la suciedad de la ropa no necesita el agua caliente para su eliminación. Si se lava con agua caliente, el 90% del consumo energético de la lavadora se usa solamente para calentar el agua.
Iluminación
Si aún se tienen bombillas incandescentes instaladas en el hogar conviene sustituirlas por lámparas fluorescentes compactas (bombillas de alta eficiencia energética) por lo menos en los puntos de luz que más se utilicen.
Aparatos electrónicos
La mayoría de aparatos electrónicos consumen energía de forma permanente, incluso cuando están apagados. Para evitar estos consumos innecesarios es muy útil conectar los electrodomésticos de uso intermitente (por ejemplo el televisor, DVD, videoconsola por un lado y el ordenador, impresora, monitor, etc. por otro) a una regleta con interruptor y apagar el interruptor cuando no se están usando.
Los cargadores y adaptadores (del ordenador portátil o el teléfono móvil, por ejemplo) consumen energía siempre que están enchufados, incluso si no están conectados a ningún dispositivo. Por lo tanto, desenchufarlos cuando no se usan contribuye al ahorro energético.
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