MADRID, ESPAÑA// Las baterías de níquel hidruros metálicos de Saft son idóneas para aplicaciones expuestas a temperaturas extremas o que necesitan ciclos de carga y descarga variables dependientes de fuentes de generación dinámicas.
Las baterías VHT de Saft, provienen del perfeccionamiento de la tecnología de níquel hidruros metálicos (Ni-MH), que data de principios de los años noventa, con el fin de adaptarla a las necesidades de los nuevos sectores que demandan soluciones concretas más responsables con el medio ambiente.
Sectores como el de las luces de emergencia, donde llegan a alcanzarse exposiciones permanentes de 55ºC; o el de la iluminación aislada alimentada por fuentes energéticas renovables, donde se exige una ciclabilidad muy alta a las baterías, junto a una flexibilidad en la profundidad de descarga y capacidad de carga, son algunos de los ejemplos donde la tecnología de Níquel Metal Hidruro de SAFT está cosechando éxitos.
La tecnología VHT esta disponible en cuatro formatos de pila o celda: AA, Cs, 7/5Cs y tamaño F. Su vida alcanza los 2500 ciclos a una profundidad de descarga del 100% (admite ciclos de descarga profunda completa de forma continuada) y de 20.000 ciclos a una profundidad de descarga del 20%. Puede trabajar en un rango de temperaturas desde el -40ºC hasta los 70ºC e incluso eventualmente llegar hasta los 85ºC, manteniendo su integridad hasta los 130ºC.
Además, Saft provee productos estándar basados en la tecnología VHT, como los módulos fotovoltaicos o los Smart VHT Modules. Estos incluyen la batería de acumulación y un BMS (Battery Management System) dedicado a gestionar la carga y descarga. Estos dispositivos ofrecen varias ventajas en relación con las tecnologías de plomo ácido: Tienen una vida operativa más larga, son menos pesados, y no son perjudiciales para el medioambiente. Además tienen un sistema inteligente de comunicación que señala su estado de salud, cantidad de combustible etc., y no hay posibilidad de muerte súbita.
Foto: SAFT
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