MADRID, ESPAÑA // En el contexto de las negociaciones que se celebran en Bruselas estos días sobre el “Paquete europeo de clima y energía”, organizaciones ecologistas y de cooperación reclaman al gobierno español que no ponga obstáculos a limitar el porcentaje de créditos procedentes de Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL).
El paquete energético será aprobado la próxima semana por los jefes de Estado como compromiso de Europa para la lucha contra el cambio climático para el periodo 2013-2020. Los países europeos están negociando limitar a un máximo del 50% las reducciones que se conseguirían fuera del país, mientras que aparentemente el gobierno español quiere que el porcentaje se amplíe aún mas, lo que debilitaría el ya insuficiente objetivo de reducción de emisiones de un 20% para 2020. Acsur, Ecologistas en Acción, Greenpeace, Intermón Oxfam y WWF exigen coherencia a los gobernantes y en especial al gobierno de nuestro país.
El objetivo de reducción de emisiones de la UE para 2020, independientemente de que se alcance un acuerdo internacional, debe ser de, al menos, el 30% y realizarse en territorio europeo. Cualquier contribución de MDL tendría que ser adicional a este objetivo y debería garantizar un impacto positivo en el desarrollo de los países receptores, particularmente en las comunidades afectadas por los mismos. Las organizaciones reclaman que la reducción de emisiones en negociación para 2020 se realice dentro de los estados miembros y no se desvíe a terceros países para abaratar su coste, porque no será eficaz para frenar el cambio climático.
De otro modo, la posición de la UE en las negociaciones por un acuerdo climático mundial tras 2012 no tendrá credibilidad y será prácticamente imposible que los países emergentes acepten limitar sus emisiones. El gobierno español quiere suavizar el ya insuficiente compromiso para 2020 permitiendo un uso extensivo de los MDL. Estos procedimientos del Protocolo de Kioto permiten que países con obligación de reducción de emisiones acudan a otros que no tienen dicha obligación, para que pongan en marcha una actividad en su territorio con la que emitan menos CO2. En esencia, un país industrializado invierte en un país empobrecido y consigue “créditos” de CO2 con los que justificar su cumplimiento del acuerdo para salvar el clima.
La Unión Europea ha declarado públicamente que el calentamiento global no debe superar los 2ºC sobre los niveles preindustriales, pero es previsible que con la propuesta de la Comisión el aumento llegue a los 3ºC. Además, con las demandas de mayor “flexibilidad” por parte de estados miembros como España y lobbies industriales, el aumento alcanzaría posiblemente los 4ºC. El liderazgo europeo sobre el cambio climático sigue derritiéndose como lo ha demostrado el resultado insuficiente de la reunión de los ministros europeos de medio ambiente mantenida ayer, que no ha conseguido reforzar las negociaciones europeas sobre el cambio climático representadas por el Paquete de Energía y Clima.
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